Poema de la soledad

Seudónimo VEN

Yo tenía miedo de una flor
grande arrojada
sobre mi pecho,
de un laurel ciego
de mirada clara.
Sobre un agua nauseabunda
sostenían lágrimas, raíces pétreas
Fuera, un cristal
levantaba ternuras,
ambicionadas hacia estrellas
de cabelleras negras.
En los planetas de una calle,
jazmines loados paseaban
entre sombras, para ver
a los delfines elásticos
que, sin coronas, llegaban
a sus tronos.
Sólo el legible, retiró
su manual de estudio
de la nave excéntrica,
cuando nadie lo miraba.