Parpadea un gato visionario
en la oscuridad del reloj paralizado
y del mito vencido.
Y se asfixia la identidad embotellada
en la geometría del amor
bajo el candelabro encendido
para la construcción de una fábula
mientras el universo trashumante de otoño
con su obsesión de muñecas inteligentes
esconde sin rodeo su mágico poder
en la guarida del tigre,
cubriéndola con la telaraña china
salpicadas de uvas turgentes
y rosas amarillas.
Entonces alguien abre los ojos
a la seducción
de volver a empezar
y el arte es un sueño cumplido
de puerta abierta
al sortilegio y al enigma.
Y un rostro de niño pregunta
¿en que tiempo vivís?