Columna

Seudónimo VEN 

El aroma de las hortensias repara el dolor
en su asiento de apacible sombra.
La igualdad, con guampas modeladas,
tiende a adaptarse a un tubo callado.
La relojería del sistema es clausurada
Por temblores, pero mañana
comenzara la confianza.. el techo
no será hospicio.
Por que no sabemos del espacio, del leñador
del déspota, ocupamos en barriles sin fondo
nuevas maneras, y en la tierra cae
como hojas tal vez, el himno casto.
Hacia el esfuerzo del eco intermitente
vuelven a oscurecer estrellas.
En este tiempo se embarcan las cualidades
en barcos sencillamente vigilados.
El capitán no duerme por las noches,
vaga en silencio acompañado de su nombre,
para recibir el mensaje de partid, de ancla,
de vuelta o de naufragio.
El ente, regado por estrofas ígneas, palpita.
No entiendan de perlas, somos por los aros
un perfume augusto, elogiado por metales
paralizados, recordado por antiguos rencores
que entran a un prisma controlado por cerraduras.