Mañana sin prisa, iré por los campos.
Sorteando mis pasos, como un peregrino.
Hatillo a la espalda, franca la mirada,
Cargando en los hombros mi propio destino.
Mañana sin prisa, con tiempo de aurora,
Entonare el mismo canto, que aun siendo niño,
Cruzo por mis labios, una primavera,
Con besos de madre, tan tierno cariño.
Iré predicando por todos los pueblos
Un himno al trabajo, tan noble y sufrido,
Uniendo manceras, semillas y surcos,
Soltando gaviotas, tras un sol perdido.
Abriendo candados, liberando sueños,
Aborreciendo causas plenas de exorcismo,
Cruzare los campos, no importa el cansancio,
El vino mas dulce, lo llevo yo mismo!!!
Nieto de inmigrantes, que huyendo a una guerra,
Dejando familias, hermanos y amigos,
Llegaron un día de pueblos lejanos,
Legando trabajo y moliendo trigos.
Mañana sin prisa, iré por los campos,
Sin mas compañía, que el de ser yo mismo,
Empuñando por arma, solo mi palabra,
Talando a mi paso, guerra y exorcismo!!!